Bancos de jardín

Nuestra gama de bancos de jardín

En Maisons du Monde, ofrecemos una amplia selección de bancos de jardín para satisfacer todos los gustos y necesidades. Nuestra gama incluye una gran variedad de materiales, colores, formas y tamaños para adaptarse a cualquier estilo de decoración exterior. Desde bancos de acero macizo y aluminio hasta bancos de teca reciclada y acacia, pasando por bancos plegables y bancos con almacenaje integrado, encontrarás el banco perfecto para tu espacio al aire libre.

Ya sea que busques un banco de dos plazas para disfrutar de momentos íntimos o un banco más grande para reuniones familiares, tenemos opciones para todos. Nuestros bancos vienen en una paleta de colores que va desde el blanco y el negro clásicos hasta tonos más vibrantes como el verde antiguo y el amarillo mostaza. Con diseños que van desde lo tradicional hasta lo contemporáneo, seguro encontrarás el complemento ideal para tu jardín o terraza.

¿Por qué comprar un banco de jardín?

Un banco de jardín no es solo un mueble funcional para sentarse, sino que también aporta numerosos beneficios a tu espacio exterior y a tu bienestar. Al integrar un banco en tu jardín, creas un lugar acogedor para conectar con la naturaleza, disfrutando de la brisa, los sonidos y los aromas del entorno. Es el sitio perfecto para momentos de relajación, ya sea meditando, leyendo un libro o simplemente contemplando la belleza de tu jardín.

Además, un banco de jardín fomenta la socialización y fortalece los lazos con familia y amigos. Es el escenario ideal para compartir conversaciones, risas y momentos memorables. Ya sea para dos personas o para un grupo más grande, un banco exterior invita a la convivencia y crea un ambiente acogedor. Con su combinación de funcionalidad y estética, un banco de jardín se convierte en un elemento esencial que mejora la calidad de vida al aire libre.

¿En qué fijarse al elegir un banco de jardín?

• Material: Considera la durabilidad, resistencia a la intemperie y estética del material, como madera, metal, ratán o plástico.
• Tamaño: Elige un banco con las dimensiones adecuadas para tu espacio y el número de personas que lo usarán.
• Comodidad: Opta por un banco con un diseño ergonómico, respaldo y asiento acolchado para mayor confort.
• Estilo: Busca un banco que complemente el estilo de tu jardín, ya sea rústico, moderno, clásico o minimalista.
• Funcionalidad: Considera bancos con características adicionales como almacenaje integrado o capacidad de plegado para optimizar el espacio.
• Mantenimiento: Ten en cuenta la facilidad de limpieza y cuidado del material según tus preferencias y disponibilidad de tiempo.
• Ubicación: Piensa en el lugar donde colocarás el banco, considerando la exposición al sol, la sombra y la protección contra los elementos.
• Presupuesto: Establece un rango de precio adecuado a tu presupuesto sin comprometer la calidad y durabilidad del banco.

¿Cómo cuidar los bancos de jardín?

Para mantener tus bancos de jardín en óptimas condiciones y prolongar su vida útil, es importante seguir algunos consejos de cuidado y mantenimiento. Limpia regularmente los bancos con un paño suave y agua jabonosa para eliminar el polvo y la suciedad acumulados. Evita usar productos químicos abrasivos que puedan dañar el material.

Protege tus bancos de las inclemencias del tiempo aplicando selladores o tratamientos específicos según el material, como barnices para madera o recubrimientos antioxidantes para metal. Esto ayudará a prevenir el deterioro causado por la exposición al sol, la lluvia y la humedad. Realiza inspecciones periódicas para detectar posibles daños o aflojamiento de piezas, y realiza las reparaciones necesarias oportunamente.

Durante los meses de invierno o en temporadas de mal tiempo prolongado, considera cubrir los bancos con fundas protectoras impermeables para mantenerlos resguardados. Si es posible, guárdalos en un lugar cubierto y seco cuando no estén en uso por periodos extensos. Con un poco de cuidado y atención regular, tus bancos de jardín lucirán impecables y te brindarán confort durante muchas temporadas.

¿Qué otros productos comprar junto con un banco de jardín?

Cojines para exterior: Añade comodidad y estilo a tu banco con suaves cojines en colores y estampados que complementen tu decoración.

Fundas protectoras para bancos de jardín: Protege tu banco de la intemperie y prolonga su vida útil con fundas impermeables y resistentes.

Mesas de centro de jardín: Completa tu zona de descanso con una mesa auxiliar a juego para colocar bebidas, snacks o elementos decorativos.

Faroles solares: Crea un ambiente acogedor y romántico alrededor de tu banco con la suave iluminación de faroles solares.

Macetas de exterior: Rodea tu banco con macetas llenas de flores y plantas para un toque de color y frescura natural.

Cenadores y pérgolas: Crea un refugio acogedor para tu banco con una pérgola o cenador que proporcione sombra y privacidad.

Alfombras de exterior: Define la zona de tu banco y añade textura y calidez con una alfombra especialmente diseñada para uso en exteriores.

Iluminación de jardín LED: Ilumina el área alrededor de tu banco con luces LED de bajo consumo para crear un ambiente acogedor por la noche.

Preguntas frecuentes

¿Cuál es la altura ideal para un banco de jardín?

La altura estándar de un banco de jardín es de unos 45 cm, aunque puede variar entre 35 y 48 cm según las preferencias personales de comodidad.

¿Cuánto espacio se necesita alrededor de un banco de jardín?

Se recomienda dejar al menos 60 cm de espacio libre detrás del banco y unos 45 cm a cada lado para permitir un movimiento cómodo al sentarse y levantarse.

¿Qué tipo de mantenimiento requieren los bancos de madera para exterior?

Los bancos de madera deben limpiarse regularmente y tratarse una vez al año con un aceite o barniz protector para evitar la decoloración y el deterioro por la exposición a la intemperie.

¿Se pueden dejar los bancos de jardín a la intemperie durante todo el año?

Aunque muchos bancos están diseñados para resistir las condiciones exteriores, es recomendable cubrirlos o guardarlos en un lugar protegido durante los meses de invierno para prolongar su vida útil.