Motivos gráficos para un interior nórdico moderno
El contraste de los colores claros y el blanco se aporta a través de las formas y estampados. En un interior nórdico, dominarán los muebles de diseño depurado con líneas rectas. Por ejemplo, en la sala de estar puede haber un aparador de madera con un jarrón redondo encima y una lámpara de pie. La decoración escandinava no es muy recargada en adornos: mantén la sencillez.
Las patas oblicuas de madera son características del estilo nórdico y aportan ligereza. Las encontramos en distintos muebles, desde el sofá hasta el sillón y pasando por la mesa baja, el escritorio y el aparador.
En los textiles del hogar y la ropa de cama podrás elegir estampados geométricos en blanco y negro o de colores. Las alfombras se prestan perfectamente para introducir estampados, por ejemplo, de estilo bereber. En las paredes, los papeles pintados pueden ser de dos tipos: o bien de estilo natural con hojas, ramas e incluso un estampado de jungla, o bien de formas geométricas (triángulos, rombos, polígonos…). Sin embargo, usa estos últimos con cautela para no sobrecargar visualmente el espacio.
Las plantas verdes, sobre todo en gran formato, dinamizarán un interior nórdico, y, al mismo tiempo, aportarán un toque de color más oscuro. Elige arbustos de porte erguido como un ficus o una dracena, o bien plantas colgantes, que aportarán verticalidad al espacio.
Ya tienes todas las claves para elegir los colores perfectos para tu interior nórdico. ¡Ahora solo te queda decidirte por algunos artículos de nuestra colección!